En algunas ocasiones, más de las que me gustaría reconocer, vienen a mi cabeza recuerdos de personas que, por un motivo o por otro, ya no tengo a mi lado. Muchas veces me sorprendo a mí misma imaginando cómo sería mi vida si todavía estuvieran aquí. ¿Seguirían siendo todo igual? Y, sobre todo… ¿sería yo más feliz? Porque, es cierto, algunas de ellas se fueron sin dejar rastro, salvo unos imperecederos recuerdos, pero otras, aunque desaparecieron, siguen estando de alguna forma a nuestro alcance, a golpe de teléfono.
Los recuerdos, que llegan a traición, nos hacen replantearnos la situación una vez pasado el tiempo y nos hacen dudar si hicimos bien, si no hubiese merecido la pena intentarlo una vez más, si aún estamos a tiempo de salvar lo que una vez fue. Y es en ese momento de duda, cuando nuestro amor propio nos salva.
Se nos olvida, durante un momento, que esas personas no están ahí por un motivo; y llegado el momento, todos nos cansamos: de apoyar y creer incondicionalmente, de aguantar lo indecible, de callar y esperar y de dar todo a cambio de nada.
Detrás de todas esas dudas, la realidad se va imponiendo: poco a poco, empezamos a sobrar en las vidas de quienes, durante algún tiempo, se nos antojaron imprescindibles y, mientras sin poder evitarlo, las recuerdas, ellas probablemente ya se olvidaron de todo lo vivido. Si bien es cierto que el tiempo pone cada cosa en su lugar, yo creo que quiénes las ponen, son las personas y sus actos porque, a fin de cuentas, cada uno está donde quiere estar…y el teléfono sigue sin sonar.
2 comentarios:
Qué razón tienes Is. Nos empeñamos en recuperar relaciones que en su momento fueron importantes, pero que ya no son nada. Pero el vacío que provoca esa sensación de abandono se esfuma cuando sabemos que en realidad han formado parte de una etapa ya pasada. Me ha encantado Is!! ELE! :)
"Los recuerdos, que llegan a traición, nos hacen replantearnos la situación una vez pasado el tiempo y nos hacen dudar si hicimos bien, si no hubiese merecido la pena intentarlo una vez más, si aún estamos a tiempo de salvar lo que una vez fue. Y es en ese momento de duda, cuando nuestro amor propio nos salva." Amén, hermana. Muy fans de tu escritura, sin duda alguna. ¡Ánimo y a seguir adelante!
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