viernes, 31 de enero de 2014

30DC - 3: Miedo


Todos tenemos miedos y por mucho que nos pese, es inevitable tenerlos. Es una condición natural del ser humano, como buscar nuestro propio beneficio, como ser parcial cuando nos tocan algo que nos importa, como nuestra desnudez…y no es algo malo. Tener miedo es señal de que estamos vivos, de que nos preocupa lo que nos pase, aunque, como todo, es bueno en su justa medida, porque si tienes demasiado, te paraliza y no te deja respirar. 


¿Sabes lo que es el miedo enfermizo? Pues a eso me refiero. Miedo de ese que no te deja dormir, que paraliza todos tus sentidos y condiciona tu existencia. Nunca nos deberíamos permitir el lujo de tener ese miedo. Si te aprecias lo suficiente, no permitas que algo tan simple condene tus decisiones y relaciones con el mundo exterior, porque pasará. No al principio, que creerás tenerlo controlado, pero llegará un momento en que se empiece a extender por tu cuerpo como un cáncer: primero afectará tu corazón, impidiéndote tomar decisiones que creías fáciles, más tarde a tu cerebro, confundiendo lo correcto con lo erróneo, cambiando actitudes, y finalmente a tus pulmones, dejándote sin aliento, sin fuerzas para seguir adelante. No es algo fácil de conseguir y tendrás que luchar contra su fuerza atrapante, pero antes de llegar a la fase terminal, plantéatelo: ¿de verdad merece la pena?


Arriésgate y sal a la calle. Aunque duela, aunque las decisiones tomadas dejen cicatrices, pelea. Lo pasarás mal, pero de todo se sale, aunque en los momentos de estar hundidos hasta el fondo nos parezca imposible. Por mucho que nos empeñemos en regodearnos en nuestro propio sufrimiento, un día no tendrás excusas para negarte a ti mismo tu propia felicidad. Cuando tengas miedo de algo, déjalo reposar y cuando pase el tiempo adecuado, ni poco ni mucho, plantéalo de nuevo y toma una decisión. Piensa y actúa en consecuencia, aunque lo que decidas hacer te parezca la mejor de las ideas y más tarde se convierta en un gran error. No pasa nada si mañana te declaras a esa persona por la que llevas sintiendo cosas increíbles meses, ni si le das puerta al trabajo, ni si aceptas esa beca en la otra punta del mundo…lo peor que puede pasarte es que falles y tengas que volver a empezar de nuevo, pero esta vez sin miedo y con una experiencia más vivida y de la que aprender. Los errores enseñan lecciones de vida más valiosas que los aciertos, así que no los desperdicies. 


¿O es que piensas pasarte toda la vida siendo un cobarde?



Y, con la tontería, eso de ahí arriba (aunque con pequeños cambios de última hora) lo escribí hace ya 2 años.

Grupo del día: Vampire Weekend

jueves, 30 de enero de 2014

30DC - 2: American Beauty


 

Siempre había oído que toda tu vida pasa ante a tus ojos el segundo antes de morir. Para empezar, ese segundo no es un segundo en absoluto, se hace algo inmenso, como un océano de tiempo. En mi caso aparecía yo tumbado boca arriba en el campamento de los boy scouts mirando estrellas fugaces y las hojas amarillas de los arces que franqueaban nuestra calle; o las manos de mi abuela y su marchita piel, que parecía papel; y la primera vez que contemple el nuevo Firebird de mi primo Tony; y Jane. Y Jane... Y Carolyn. Supongo que podría estar bastante cabreado por lo que me pasó, pero cuesta seguir enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la contemplase toda a la vez, y me abruma, mi corazón se hincha como un globo que esta a punto de estallar. Pero recuerdo que debo relajarme, y no aferrarme demasiado a ella, y entonces fluye a través de mi como la lluvia, y no siento otra cosa que gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida. No tienen ni idea de lo que les hablo, seguro, pero no se preocupen: algún día la tendrán.


Creo que pasará mucho tiempo hasta que encuentre un final de película más perfecto que el de American Beauty. Es de ese tipo de finales que te hacen plantearte mil y una cosas de tu vida y gracias al cuál te das cuenta de la de tonterías por las que nos preocupamos, habiendo tantísimas cosas bonitas en el mundo. Supongo que también influye que la ví en un día que estaba de bajón y, claro, ves algo así de bonito y te vienes arriba. Desde entonces, cuando me siento un poco mal, me pongo el final y se me pasa. Soy de volver a ver muchas veces una película si me ha encantado, pero de American Beauty tengo tan buen recuerdo que me da miedo volver a verla y cargármelo. También supongo que me influyó tanto el final porque en ese momento estaba en un proceso personal de giro positivo, pero eso es algo que, ya si eso, os cuento otro día... (la cita de abajo también es de la película, pero en otro momento).

Grupo del día: Beck



Es el día en que descubrí que existe vida bajo las cosas y una fuerza increíblemente benévola que me hacía comprender que no hay razón para tener miedo jamás. El vídeo es una triste excusa, lo sé, pero me ayuda a recordarlo; necesito recordarlo.

miércoles, 29 de enero de 2014

30 days challenge

¡Buenas!

Esta mañana, una compañera de trabajo me mandó un enlace sobre motivación personal para ponerles a nuestros alumnos del curso de inglés. Me puse a «bichear» (me encanta esta palabra) por la página y terminé en una de rebote (como casi todas las páginas interesantes de Internet a las que termino llegando). En ella me encontré con este vídeo, una charla de TED:


Os lo recomiendo encarecidamente, está en inglés, pero podéis poner los subtítulos en español o, si queréis, leer la transcripción completa. En el vídeo, Matt Cutts, un ingeniero informático que trabaja para Google, habla sobre un reto de 30 días que se propuso hacer. ¿En qué consiste? hacer algo durante 30 días, simple y llanamente. Puede ser algo que siempre hayáis querido hacer (o quitar) en vuestras vidas y hacerlo con constancia y sin excusas. A mitad del vídeo ya estaba convencida de que, algún día, yo también quería hacer algo así, pero quizás las frases que más me impactaron fueron estas:

¿A qué estáis esperando? Os garantizo que los próximos 30 días van a pasar os guste o no. Entonces, ¿por qué no pensar en algo que siempre hayáis querido probar y darle una oportunidad durante los próximos 30 días? 


Así que, después de escuchar algo así, me he decidido a realizar mi primer reto de los 30 días. Me parece una manera genial de recuperar los propósitos de año nuevo (sí, esos que empezamos el día 1 de enero y de los que no nos acordamos una semana después) y hacer que funcionen de verdad. De esta forma, no nos metemos presión poniéndonos metas imposibles, sino metas reales (¡son «sólo» treinta días!) y podemos intentar cosas facilitas que no nos cuesten mucho trabajo. Lo mejor es, que si no nos gusta, o nos ha costado excesivo trabajo, una vez termine el mes, podemos dejar de hacerlo. Pero si nos ha gustado, después de 30 días, ya se ha convertido en una rutina que hemos incorporado poco a poco en nuestras vidas, así que no nos volverá a costar trabajo empezarlo y, a la vez, nos hemos demostrado a nosotros mismos que si queremos, podemos :)

He dicho «mi primer» porque me encantaría pensar que voy a conseguirlo y que el mes que viene me plantearé hacer otro, pero prefiero tener los pies en la tierra y empezar con este mes, ya habrá tiempo de pensar en los demás.

Y sí, empiezo mi reto de los 30 días hoy mismo. Había pensado hacerlo el día 1, pero teniendo en cuenta que febrero tiene 28 días, iba a tener las fechas más descolocadas si quería empezar otro en marzo, y si empiezo hoy, tengo el día 28 para descansar (¡que para eso es el día de Andalucía! :)). 
Pues bien, aquí tenéis mi reto de 30 días (que, en realidad, son 3. Sí, apunto alto):

  • Reto 1: Hacer ejercicio. Sí, es el típico propósito que siempre se dice y nunca se cumple. He decidido hacerlo porque, en primer lugar, me apetece, y mucho, que después de pasarme 5 horas al día delante de la pantalla del ordenador en el trabajo, lo último que necesito es seguir sentada por la tarde. También, porque así no tiro el dinero del gimnasio (al que llevo yendo desde octubre, que conste) y lo aprovecho al máximo; y porque es bueno para la salud, jope. Así que mi meta son, al menos, 45 minutos de ejercicio al día (aunque, por lo general, en el gimnasio estoy mínimo una hora). 45 porque media hora me parece muy poco y porque sé que los fines de semana, si estoy en casa, me va a costar más y voy a querer hacer otras cosas...pero bueno, todos los días tengo 45 minutos libres sí o sí. No hay excusas. 
  •  Reto 2: Escribir en el blog. Empecé este blog porque quería escribir, aunque no me leyera nadie (aprovecho para agradecer a todo el que se pasa por aquí, no escribís comentarios, pero el contador de visitas de blogger sigue subiendo ;), pero es algo que me gusta y que me relaja, y desde que lo abrí he publicado más bien poco, por pereza o porque siempre acabo diciendo lo típico: «ya mañana, si eso, escribo». Así que, ¡se acabó el procrastinar! A partir de hoy mismo, y durante 30 días, escribiré en el blog. Intentaré escribir algo yo misma, o dejaré una canción que me haya gustado particularmente (relacionado con el tercer reto) o un texto, pero tengo que publicar.
  • Reto 3: Descubrir música nueva. Como fanática de la música en general, tengo claro, clarísimo, que este es el reto que menos trabajo me va a costar y que, de hecho, ya estoy disfrutando. Hay veces que tengo muchísima música que escuchar, y otras veces, que me aburro siempre de la misma. Por eso, he decidido escuchar un grupo o cantante nuevo cada día. Nuevo significa, simplemente, que nunca me haya parado a escuchar detenidamente, solo un par de canciones. Y, como consecuencia y ya que voy a publicar todos los días, en el blog, pondré el cantante/grupo del día por aquí. El grupo de hoy es 30 Seconds to Mars, por ningún motivo en particular, alguien puso una canción en Facebook y he tirado por ahí. 

Sé que, en realidad el punto 2 y el 3 no me van a suponer mucho trabajo, y que el primero es en el que más voy a tener que esforzarme, pero bueno, para eso precisamente lo he hecho. Si alguien pasa por aquí y tiene ganas de dejarme una recomendación musical le estaré muy agradecida. Podría coger el cartel de cualquier festival y ponerme a escuchar cada día a uno de los artistas que van, pero me gustaría que fuera un poco más personal (eso sí, no me vayáis a recomendar reggeaton o Bisbal o Melendi, que ya sabéis lo que puedo hacer con ese tipo de recomendaciones, jaja). Si queréis, también me podéis decir algún tema sobre el que escribir, que nunca está de más. 

Este reto solo necesita un poco de motivación personal y constancia, y espero ser capaz de poder seguir adelante con él y decir el 27 de febrero que lo he conseguido. De momento, para no olvidarme de él, ya me he puesto algunos post-its en la habitación y este fondo de pantalla en el móvil:
 


¡Toda ayuda es poca! :) También dejo el enlace al blog de Matt Cutts (está en inglés), donde cuenta los retos de 30 días que ha hecho hasta ahora: hacer una foto cada día, no usar redes sociales, no consumir azúcar, dormir bien... Yo ya estoy pensando en unos cuántos para hacer después de estos, pero como ya he dicho, pasito a pasito, que 30 días pueden pasar muy rápido...¡o muy lento! depende de nosotros. ¡Ah! si os animáis a hacer el reto, comentádmelo, así nos vamos animando mutuamente ;)

¡Un beso y hasta mañana! :)
 

lunes, 27 de enero de 2014

MJ

«El problema es que ya no distingo lo que es real de lo que es inventado.»

jueves, 16 de enero de 2014

Always


miércoles, 15 de enero de 2014

Distance...whatever.

 

Chances are, most of you have been there. It starts with two people in love. You make a lot of promises, tell each other you’re different from the rest, the exception. For a month or two, the long, meandering conversations feel foreign and exciting. A chance to get to know one another in a more intimate level. And then, slowly, so slowly you might not even notice, conversations are replaced by missed calls and resentful voicemails. And then finally, the day comes that the two of you admit that you aren’t in fact, the exception. That being far away from the person you love most is difficult on the good days and impossible on the bad ones.

Orange is the New Black